Las estatuas de Buda son bastante comunes. Suelen ser puntos en las cimas de las montañas encumbradas solo por la espesa niebla de los Himalaya del Sudoeste Asiático y también adornan los pasillos de distintos tipos de recintos oficiales en varios países influenciados por esta filosofía. Pero esta estatua de Buda es mucho más que distinta a las demás. En su interior alberga una momia.
En apariencia, se trata de una estatua de Buda más, pero en su interior, esta estatua guarda un secreto. Fue adquirida por un coleccionista privado en 1996 y 16 años más tarde, la pieza tuvo que pasar por un arduo proceso de restauración. El equipo de expertos sometió a Buda al escrutinio de los rayos X.
Dentro de la estatua descubrieron el cuerpo momificado de un monje chino que vivió hace más de 1.000 años. La estatua se exhibe actualmente en el Museo de Historia Natural de Budapest, en Hungría. Uno de los conservadores más reputados del centro, el doctor Korsos Zoltan, califica el hallazgo de sorprendente. La momia permanece intacta en el interior de la reliquia. Se puede visitar en el museo con el resto de la colección hasta finales del mes de mayo. Entonces, este buda sonriente viajará a otra exposición en Luxemburgo.
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