Los vecinos de Tokyo han visto recientemente al que quizá sea el dueño más paciente a la hora de dar paseos a su mascota: un anciano que se lleva a su enorme tortuga de espolones africana (también llamadas sulcatas) a pasear alrededor de la ciudad.
Viendo el tamaño de la tortuga, es probable que este misterioso dúo lleven juntos mucho tiempo, y la tortuga siempre camina despacio pero fiel junto a su dueño. ¡Incluso se deja poner extrañas prendas a veces!
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